miércoles, octubre 11, 2006

LA INVASIÓN DE LOS CSI CHILE

Federico Zurita Hecht

No son pocos los que desean matricularse en alguna de las Universidades o Institutos que imparten la carrera de Perito Criminalístico, esto posiblemente a causa del nuevo panorama generado por la Reforma Procesal Penal y también por la influencia de series gringas como CSI, The Evidence, The Inside o Killer Instinct. Ya están aquí, listos para salir con currículum en mano ¿Qué haremos con tantos?

La primera vez que Jocelyn Yáñez (32) ingresó a la universidad no existía ninguna carrera que se le pareciera a la que hoy cursa, Perito Criminalístico, en la Escuela de Criminalística Forense de la UTEM. Cuando se enteró de su creación no lo pensó dos veces y se matriculó. Jocelyn es profesora de biología, pero cuando habla del que será su trabajo a partir del próximo año, cuando egrese de su segunda carrera, se emociona y describe su función como si estuviera contando un capítulo de la serie CSI. Ocupa expresiones como “sitio del suceso”, “recolección de indicios”, “occiso”, “signos vitales”, “livideces cadavéricas” o “imputado” como si se tratara de una conversación informal. Así, tal como lo describe, será su trabajo, eso si es que encuentra trabajo. Pero ella sabe que si no es así puede continuar con su actual labor.

Distinto es el panorama para Yessenia Gutiérrez (22), compañera de Jocelyn en el tercer año de Perito Criminalístico. “A veces creo que esto puede ser una perdida de tiempo ya que las instituciones preparan a su propia gente para realizar este tipo de funciones y para trabajar en forma privada hay que contar con recursos económicos, como para colocarse una consultaría”, señala.

Nuevo panorama. El caso es que la apertura de carreras como Licenciado en Ciencias Criminalísticas y Peritos con mención en Balística, Documentología, Papiloscopía, Tránsito y Accidentología, en una casa de estudios como la UTEM –única universidad estatal que forma este tipo de profesionales- responde a las necesidades técnicas generadas por la Reforma Procesal Penal del año 1997. Esta reforma determina que los juicios pasan de ser escritos a ser orales, produciendo una transformación en la metodología del ejercicio de la justicia. A partir de esta transformación se crea el Ministerio Público, encargado de dirigir las investigaciones de los delitos. Estas investigaciones son llevadas en forma simultánea por la fiscalía (encargada de defender a las víctimas) y por su contraparte el defensor público (que tiene por objetivo defender al imputado). La fiscalía cuenta con la información recopilada por los peritos de las policías (Carabineros e Investigaciones), pero la defensa de los imputados debe contar con su propio contraperitaje y no puede recurrir a las mismas fuentes que la fiscalía, por tanto surge la necesidad de crear un cuerpo de técnicos superiores que puedan colaborar en las labores del defensor público.

Sin embargo, pese a la indudable necesidad de contar con estos técnicos en el marco de la Reforma Procesal, la gran cantidad de egresados que habrá a partir del próximo año parece tener un futuro laboral incierto. La UTEM comenzó a impartir estas carreras en el año 2002 con sólo 150 alumnos. Hoy cuenta con 4.800 estudiantes, pero con sólo 70 egresados, cifra que debería multiplicarse a partir de este año, cuando egrese su tercera generación de peritos y su primera generación de licenciados. Se suman a esta universidad estatal varias instituciones privadas como el Instituto Profesional Santo Tomás, que imparte la carrera de Técnico Perito Forense en diecinueve ciudades e Investigador criminalístico en nueve sedes; la Universidad La República, con la carrera de Investigador Criminalístico; y la Universidad del Mar, con la carrera de Perito Forense en siete de las catorce ciudades donde tiene sede y Licenciatura en Criminalística en su campus de Viña del Mar.

Entre tantos próximos egresados, Jaime Anabalón (21) confía en que una vez que se titule de Perito con mención en Documentología en la UTEM podrá tener mejores posibilidades para ingresar a la Policía de Investigaciones. Lo mismo piensa Yakaira Figueroa (22), quien en su momento ya fue rechazada por esta institución por no cumplir con la altura mínima exigida. Fortuna la de ellos, pues la Policía de Investigaciones pretende incorporar 1.600 profesionales de todas las áreas antes del 2010; esto en el contexto del Plan Minerva, implementado en el año 2004, con el objetivo de modernizar la institución. Sin embargo, nada indica que tanto peritos como cientistas de la criminología vayan a tener prioridad en este proceso. Carabineros, por su parte, de momento no cuenta con ningún plan que permita la incorporación de algunos peritos formados por universidades. El Capitán Jorge Romero, Jefe del área de Documentología del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (LABOCAR) señala: “Carabineros tiene su propio sistema de capacitación, porque tiene sus propios peritos, su propia escuela y tiene también convenios con otras policías del mundo, incluso en Europa y Norteamérica”.

Los años de experiencia. Otro inconveniente al que se enfrentarán los estudiantes es lograr contar con la confianza de los distintos profesionales del circuito de la justicia. El abogado Víctor Demaría, Defensor Jefe de San Antonio señala: “El número de peritos que requiere la defensoría es limitado y el Ministerio Público, en general recurre a los miembros de la Policía de Investigaciones o Carabineros de chile”. Y agrega: “en lo personal, opto por peritos ex miembros de instituciones públicas (Investigaciones, Carabineros o Servicio Médico Legal), con experiencia profesional reconocida en el tiempo”.

En esta instancia, a casi una década de comenzada la Reforma procesal Penal y con sólo quince meses con la Reforma implementada en todo el territorio nacional (desde el 16 de junio de 2005), el elemento “experiencia” parece ganar un papel protagónico. Demaría señala: “Lo primero que un fiscal o un defensor debe hacer al enfrentar a un perito propio es acreditarlo, es decir, probarle al tribunal que es una persona con experiencia en la especialidad, con currículum destacado, con muchas pericias en el cuerpo, con reconocimientos; es decir transmitirle al tribunal que aquella persona que se les presenta es digna de crédito y por ello deben darle la razón a mi teoría del caso”. El abogado agrega: “No me cabe duda que no servirá de mucho un perito balístico universitario titulado con nota 6,5 frente a un ex funcionario de Investigaciones con 400 pericias en el cuerpo. El ser perito es sinónimo de experticia en un campo técnico y ello requiere formación teórica pero primordialmente trabajo en terreno”.

Por su parte, Antonio Cubillos Rivera, Prefecto en retiro de la Policía de Investigaciones, con 31 años de servicio, y actual Coordinador Estudiantil de la Escuela de Criminalística Forense de la UTEM, defiende a sus alumnos. “Si hablamos de un retirado de Investigaciones o Carabineros con menos de 20 años de servicio, el tipo no salió porque quiso, si se fue lo hizo por problemas disciplinarios o éticos; si el defensor contrata a uno de esos peritos, lo tiene que llevar a juicio, y si el fiscal es hábil se las ingeniará para inhabilitarlo”, señala y luego complementa, “el defensor puede recurrir a un perito con muchas pericias en el cuerpo, pero ese perito sin laboratorio sólo podrá revisar papeles, en cambio nuestros egresados pueden usar nuestras instalaciones”. El Capitán Romero del LABOCAR también tiene su opinión: “para ser perito hay que tener condiciones de perito, condiciones éticas, habilidades y actitudes que le permitan determinar si algo es falso o auténtico; ahí tiene mucha importancia la experiencia”.

Sáquele partido. Mientras tanto los 4.800 estudiantes de la UTEM, más los matriculados en las recientemente abiertas –y múltiples- restantes instituciones, siguen esperando que haya un cupo para ellos en el mercado. ¿Pero cómo se ha llegado a este punto, en que una disciplina nueva genere tal nivel de interés? ¿Es una moda o una necesidad social? Antonio Cubillos, en su cargo de Coordinador Estudiantil, parece tener una explicación: “En todo orden de cosas los medios de comunicación tienen una labor muy importante en lo que respecta a la orientación de los jóvenes; en este contexto el cine y la televisión pasaron mucho tiempo haciendo estos programas hollywoodenses, donde se llegaba a la solución de un delito; hoy por hoy esos programas van a un nivel más técnico y por ejemplo CSI muestra cómo se trabaja en un sitio del suceso. Eso ha sido un gran aporte”. Moda o no, para el Capitán Romero lo importante es el principio de justicia que se persigue.

En medio de este panorama han sido algunos ex funcionarios públicos -los poseedores de esa experiencia tan valorada por los distintos actores de la justicia- los que mejor han sabido generar su nicho laboral. Así como el Prefecto en retiro Antonio Cubillos se ha convertido en Coordinador Estudiantil de la UTEM, Miguel Lazo, Suboficial en retiro de Carabineros se prepara para iniciar en octubre las clases de fotografía que dictará en la sede en Arica de la Universidad del Mar, en la carrera de Perito Forense. ¿Pero con qué autoridad cuenta este ex policía para llevar a cabo tal función? Precisamente con la experiencia que le otorga haberse desempeñado en las labores de fotógrafo y laboratorista en el LABOCAR.

Jocelyn Yánez, la profesora de biología, quiere hacer ese recorrido en la dirección inversa, por tanto, no descarta convertirse en profesora de criminalística de nivel superior e incluso poder impartir clases dentro de algunas de las instituciones policiales. Mientras tanto debe esperar hasta egresar para saber si puede integrarse a este circuito de la justicia o si se ve obligada a seguir siendo “la profe de biología”.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

bueno yo estoy estudiando criminslistica en la UTEM espero que se aclare el campo laboral del cientista criminalistico.... sin embargo por algo se creó esta carrera, para transparentar en algo el sistema judicial y eso es lo que voy a hacer....transparentar el sist. judicial

domingo, abril 01, 2007 2:49:00 a. m.

 
Blogger Unknown said...

Hola, soy estudiante de la UTEM en la carrera Técnico en Nivel Superior en Ciencias Criminalisticas, como bien escribes es alta la cantidad de personas que entran a estudiar a las diferentes universidades privadas o institutos, se lo debemos en parte a la LOCE, "el que quiere puede crear la carrera que quiera", y no existe un organismo fiscalizador que se preocupe de por ejemplo, la críminalistica como carrera universitaria.
Si bien en Chile estamos muy atrasados respecto de nuestros pares de habla española, a medida que transcurran los años y la calidad de los peritos universitarios desplace el prejuicio de preferir a autodenominados "peritos" que sólo tienen el respaldo de haber pertenecido a una institución de renombre, la justicia chilena progresará hacia una transparente y valga la redundancia, justa y más profesional.

Uno de los grandes cambios de la reforma procesal penal es la existencia del contraperitaje, situación casi inexistente en los casos que llegan a juicios orales, puesto que las defensas no cuentan con los medios ni tecnológicos ni profesionales para defender realmente a una persona que se vé "atacada" por la fiscalia que a su vez tiene todas las armas para condenar. Justo no?

Saludos.

Muy buena tu investigación.

Pienso que es lógico que los EX detectives o Ex carabineros que ahora se dedican a PERITO, digan que no es muy confiable la llegada de peritos universitarios. ¡¡ Si les quitarán la pega !! .
¿Conversaste con Miroslav Mimica?
Yo nunca lo he visto, sólo por fotos, y algunos comentarios no son muy buenos acerca de él.

jueves, junio 21, 2007 11:48:00 p. m.

 

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